Ficha 7 - Epistemología
Parte I – Th. S. Kuhn
“Si se considera
a la historia como algo más que un depósito de anécdotas o cronología, puede
producir una transformación decisiva de la imagen que tenemos actualmente de la
ciencia. Los libros de texto con los que cada una de las nuevas generaciones de
científicos aprende a practicar su profesión, trazan un bosquejo del concepto
de ciencia absolutamente diferente del que puede surgir de los registros
históricos de la actividad de investigación misma”[1].
Thomas Samuel Kuhn, historiador y filósofo de la
ciencia (epistemólogo), nació en Cincinnati, Ohio en 1922. Se doctoró en la Universidad de Harvard
en Física Teórica en 1949, luego se orientó hacia la ciencia histórica y la
filosofía de la ciencia (término con el que los norteamericanos denominan lo
que nosotros llamamos epistemología), que enseñó en Harvard, Berkeley y
Princeton, entre otras.
Kuhn irrumpe a principios de los 60 en el área de la epistemología con
una obra revolucionaria (La estructura de las revoluciones
científicas), donde
introduce el análisis histórico, las condicionantes sociales de la producción
científica, contribuyendo fuertemente al cambio de orientación de la reflexión
sobre la ciencia. Pero el autor realiza un análisis histórico del desarrollo
científico y no una historia de la ciencia. Entiende que ella es una
construcción histórica e intenta descubrir su estructura. No resulta plausible
abordar conceptos tales como criterio de verdad, punto de partida o método en
esta teoría del modo con que venían trabajándose hasta aquí pues no tratamos
ahora una propuesta epistemológica normativa, el puntapié o comienzo para el
análisis estará dado en todo caso por lo anteriormente citado, esto es, un
estudio historico-descriptivo sobre el proceder de la actividad científica mas
los criterios en sentido estricto pertenecerán en última instancia al modelo o
paradigma que impere en un momento determinado del transcurrir histórico al que
Kuhn simplemente describe y coloca mediante cierta metodología en evidencia.
En su obra La estructura..., el autor presenta la evolución de la ciencia a través de un proceso cíclico. Este proceso se desarrolla atravesando las
siguientes fases:
Pre-ciencia (por
única vez) à Ciencia Normal à Crisis à
Ciencia Extraordinaria à Revolución
Científica à nuevo período de Ciencia Normal
(y así)
Según Kuhn, las ciencias no progresan siguiendo un
proceso uniforme por la aplicación de un hipotético método científico. Por el
contrario, se verifican dos fases diferentes del desarrollo científico. En un
primer momento hay un amplio consenso en la comunidad científica sobre cómo
explotar los avances conseguidos en el pasado ante los problemas existentes,
creándose así soluciones universales llamadas “paradigmas”. En un segundo momento se buscan nuevas teorías y
herramientas de investigación conforme las anteriores dejan de funcionar con
eficacia. Si se demuestra que una teoría es superior a las existentes entonces
es aceptada y se produce una “revolución científica”. Tales rupturas revolucionarias
traen consigo un cambio de conceptos científicas, problemas, soluciones y
métodos, es decir, nuevos “paradigmas”
Pero analicemos detalladamente sus conceptos
centrales:
1)
Pre-ciencia. Toda
ciencia tiene un período pre-científico, esto es un lapso inicial (y
previo a su conformación como ciencia) en el cual no hay teorías únicas, no hay
métodos únicos y no hay una comunidad científica que trabaja unificadamente. En
otros términos, no hay un paradigma. La actividad científica está, por
decirlo así, desorganizada. Este período finaliza cuando la comunidad
científica se adhiere a un solo paradigma.
·
Paradigma: Son
modelos que contienen los acuerdos y los supuestos teóricos, conceptuales,
leyes, métodos y técnicas que tiene la comunidad científica y desde el cual
derivan los problemas a investigar, los métodos y criterios de investigación, o
casos ejemplares de investigación en la ciencia. Estos orientan la
investigación, y cambian a través de la historia, es decir es el modelo que
utiliza la comunidad científica para resolver problemas y explicar la realidad en un momento dado de la historia. El
paradigma es un intento por explicar aspectos del mundo real, de acuerdo a lo
experimental. Es “el cristal a través del cual los científicos ven el mundo”,
pues el paradigma no sólo abarca las cuestiones metodológicas y técnicas, sino
también valores, creencias, etc. Kuhn dentro de su obra define la noción de paradigma de
diversos modos (y lo seguirá redefiniendo en controversias con sus
contemporáneos), pero una de las más funcionales quizás sea que los paradigmas
son: "realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante
mucho tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad
científica"[2]
puesto que "un paradigma es lo que comparten los miembros de una comunidad
científica y, a la inversa, una comunidad científica consiste en unas personas
que comparten un paradigma."[3]
En
resumen, el paradigma ofrece:
-
una base de afirmaciones teóricas y conceptuales
-
un cierto acuerdo entre los problemas urgentes a resolver
-
unas técnicas de experimentación concretas
-
unos supuestos metafísicos que encuadran y dirigen la
investigación y sobre los que no hay ninguna duda aunque sean incomprobables
2)
Ciencia
normal: En este período los científicos tienen un paradigma
común. Dentro de él, se forman los estudiantes, investigan los científicos y se
realizan descubrimientos. Desde él se formulan hipótesis. Se ve entonces la
relación entre ciencia normal y paradigma (cuando en una ciencia se produce consenso y se trabaja
bajo un solo paradigma se dice que ella se encuentra en un período o estado de
Ciencia Normal y por Ciencia normal queremos significar que la comunidad
científica comparte un mismo paradigma). Pero,
justamente por eso, la investigación científica en períodos de ciencia normal
está acotada por el paradigma, éste es quien marca a los científicos cuáles son
los problemas a estudiar y les da las herramientas para resolverlo; un fracaso
en la resolución de un problemas es, al menos inicialmente, un fracaso del
científico y no una insuficiencia del paradigma. Hay ciencia normal cuando hay
paradigma, aunque esto no significa que el paradigma no evolucione, pero en lo
fundamental se mantiene y permite avanzar a la ciencia. Lo que hay aquí es
resolución de enigmas, es decir, se investiga y se solucionan los mismos
problemas que el paradigma señala y en definitiva da las herramientas para
resolver. Se
considera un experto a quien después de ser preparado en el estudio de los
paradigmas compartidos por la comunidad científica particular con la que
trabajará más tarde, logre con éxito resolver los enigmas planteados; los
científicos de la
Ciencia Normal , apoyados
en el paradigma, buscan, además, determinar los hechos significativos, acoplar
los hechos con la teoría y articular justamente, la teoría. Esto posibilita el
desarrollo del conocimiento dentro de la actividad científica normal, llevando
a la comunidad a resolver los problemas que el paradigma plantea.
·
Comunidad
científica: Es el grupo de científicos que se forman e investigan
unidos bajo un paradigma. Tienen acuerdos y criterios en torno a que consideran
falso, verdadero, científico, no científico y también acuerdos y criterios
metodológicos. Es ortodoxa y confía en el paradigma durante el período de la Ciencia Normal. Los
miembros de una Comunidad Científica participan de una misma educación, basada
en libros de texto y conferencias de una tradición científica determinada. Eso
permitirá que haya una gran comunicación en el grupo y una adecuación de
juicios que, sin embargo, no excluirá las discrepancias. Además, el grupo
científico se puede dedicar a los aspectos más sutiles de la investigación
porque no tiene que justificar los principios teóricos ni los conceptos
utilizados en su campo.
·
Anomalía: Con
el transcurso y desarrollo de las investigaciones el paradigma crece y resuelve
muchos problemas, pero por esta razón, en virtud de lo que descubre, puede
plantearse problemas cuya resolución no está en el marco del paradigma, son
problemas que el paradigma permite visualizar pero no resolver. Aparecen
entonces las anomalías, errores y fallas del paradigma en la solución de
problemas (Kuhn sostiene que todos
los paradigmas tienen anomalías). El paradigma se mantiene porque no se lo
puede sustituir por otro, pero cuando las anomalías van creciendo se está
entrando en un período de Crisis.
3)
Crisis:
Cuando las anomalías empiezan a acrecentarse, comienza a socavarse la confianza
de los científicos en el paradigma, es decir, comienza el período de crisis.
Esto no significa que los científicos rechacen el paradigma, pero comienzan,
entonces, a haber problemas que intentan explicarse bajo una óptica diferente a
la del paradigma. A medida que transcurren las investigaciones, las anomalías
aumentan y los científicos pierden confianza en el paradigma, se debate en
torno a su validez, se lo cuestiona. La discusión se plantea en torno a
conceptos y métodos. Dirá Kuhn, la discusión se vuelve filosófica. Estamos,
entonces, en un período de ciencia extraordinaria.
4)
Ciencia
Extraordinaria: Cuando un paradigma se halla en crisis, surge un
período no estable dentro de las ciencias, al que Kuhn denomina período de
Ciencia Extraordinaria. En oposición a los momentos de Ciencia Normal, en este
período los científicos vuelven a estar sin paradigma único. Algunos intentarán
mantener el paradigma vigente, buscando teorías complementarias que permitan
cambiar algunos aspectos de la ciencia, pero sin remover sus tesis
fundamentales. Aquellos científicos que han perdido la confianza en el paradigma
buscan nuevos métodos, renuncian a creencias que antes consideraban
inamovibles, plantean hipótesis más arriesgadas en busca de una nueva visión
del mundo que les permita solucionar los problemas surgidos. Las propuestas son
cada vez más radicales y progresivamente más alejadas de las reglas que impone
un paradigma. De todas
las opciones que se propugnan, el modelo más preciso y de mayor alcance será
aceptado. Pero si no hay paradigma rival que se le presente, el vigente seguirá
siendo sostenido. "El rechazar un paradigma sin reemplazarlo por otro, es
rechazar la ciencia misma."[4]
Sepárase así de las instancias refutadoras de Popper. En el Coloquio
Internacional sobre Filosofía de la
Ciencia celebrado en Londres en 1965 Kuhn acusa a Popper de
estar viendo una sola cara de la moneda pues no considera la diferencia crucial
entre Ciencia Normal y Ciencia Extraordinaria. A juicio de Kuhn, Popper sólo
analiza lo que ocurre a la ciencia en tiempos de crisis, pero olvida la
práctica "normal" de la misma.
5)
Revolución
científica: Cuando ante las anomalías se postulan nuevas
propuestas de paradigmas (que
generalmente puede resolver lo que el anterior, aunque sea de modo distinto, y
soluciona problemas que el anterior no podía) y finalmente se elige uno nuevo
ocurre lo que Kuhn denomina una Revolución Científica, un cambio abrupto y
radical, la instalación de un nuevo paradigma incompatible con el anterior que
es abandonado. Dice Kuhn que las revoluciones científicas son iguales que las
revoluciones políticas en la historia con la diferencia que no se planifican,
no se puede poner fecha a la creación, por el papel que juega la invención. Se
debate en torno a él, se restablecen y cambian los acuerdos, los conceptos, el
lenguaje y se debate todo, pero también hay resistencia de la comunidad
científica que no acepta fácilmente los cambios. Cuando ésta se nuclea en torno
al paradigma nuevo aparece nuevamente la Ciencia Normal. A
la que luego se le encontraran otras anomalías, con su consiguiente Crisis y
nueva Revolución Científica. Ningún descubrimiento científico es definitivo; la Ciencia no tiende hacia
una meta donde, después de ella, no hay nada.
Y mediante estos
“saltos” avanza la ciencia. Aunque estos cambios paradigmáticos nunca son
totales, hacen del desarrollo científico en esos puntos de confluencia algo
discontinuo. Según Kuhn no es fácil decir que existe superioridad de un
paradigma sobre otro, sino a lo sumo podemos decir que da la posibilidad de
solucionar más problemas que otro (u otros problemas). No son comparables pues,
dirá el autor, son inconmensurables
uno respecto al otro, pues es como si se desplazaran por dos sendas que rara
vez se cruzan, con otras normas, otros métodos, otros marcos conceptuales y
otras premisas. En realidad en la narración histórica de la ciencia, dirá el
autor, se presenta el nuevo paradigma como superior al anterior (aunque no haya
ningún argumento lógico que demuestre su superioridad, pues necesitaríamos un
criterio externo para evaluarlo, ya que no podemos evaluar el paradigma anterior
desde el nuevo paradigma), por la simple razón de que quienes explican este
desarrollo histórico (quienes escriben obras de divulgación científica, quienes
dictan clases y forman a las nuevas generaciones de científicos) son hombres de
ciencia que adhieren al nuevo paradigma y que, evidentemente, no van a
presentar el viejo paradigma como superior al que ellos tienen. Incluso dirá
Kuhn, la elección de un nuevo paradigma en un período de crisis, no está sujeta
a criterios tan racionales como se suele plantear. Si bien hay criterios que
pueden tener que ver con lo “propiamente científico”, como que la teoría sea
precisa en sus predicciones para que haya un mayor acuerdo entre naturaleza y
teoría, la consistencia teórica o el alcance amplio y la simplicidad en la
teoría, existen otros criterios que no lo son tanto, ya que no siempre es
posible ponerse de acuerdo sobre estos aspectos y justificarlos de modo único
(recuérdese que se ha dicho que las teorías son incompatibles, incomparables
entre sí). Piénsese, si un paradigma es mejor en simplicidad, otro en alcance
teórico, otro en nivel explicativo, etc., ¿cuál elegir? Así también existen
factores psicológicos y sociológicos que determinan la elección de un paradigma
antes que de otro, dentro de los cuales marca el autor, lo estético, el
acuerdo, etc., analogando la adhesión a un paradigma casi con “un acto de fe”.
A modo de resumen: Inicialmente (y por única vez) cada ciencia pasa por
un período de pre-ciencia, donde existe una actividad desorganizada y no
común por parte de los científicos. Este período se estructura y dirige
finalmente cuando la comunidad científica se adhiere a un solo paradigma
(un paradigma está constituido por los supuestos teóricos generales, las leyes
y las técnicas para su aplicación que adoptan los miembros de una comunidad
científica). Cuando se está trabajando dentro de un paradigma, la ciencia
está en un período de ciencia normal. Ésta articulará y desarrollará el
paradigma en un intento por explicar aspectos del mundo en concordancia con lo
experimental. Al hacerlo encontrarán inevitablemente dificultades, es decir, anomalías.
Cuando éstas se tornan en una cantidad o tamaño considerable, ha comenzado un
estado de crisis, marcado fundamentalmente por la pérdida de confianza
en el paradigma vigente. En este período los científicos intentan nuevas formas
de investigación, se vuelve a perder la unidad, entrando así la ciencia en un
período de ciencia extraordinaria, donde los avances son pocos (pues si
el paradigma en el que se está investigando no resulta el “elegido” esas
investigaciones “se pierden”). La crisis, finalmente, se resuelve cuando surge un nuevo
paradigma (completamente nuevo) que gana la adhesión de un número cada vez
mayor de científicos, al tiempo que se reducen las resistencias de los que aún
quieren mantener el paradigma original. Este cambio discontinuo, este salto
cualitativo, constituye una revolución
científica. El nuevo paradigma rige entonces la nueva actividad científica normal,
que inevitablemente chocará con algunas anomalías, que se dejarán de lado hasta
que sean inevitables, cayendo en una nueva crisis, que dará lugar a un nuevo
período de ciencia extraordinaria y una nueva revolución científica. Tal será
el proceso cíclico del avance científico.