lunes, 16 de marzo de 2015

Conductismo: el legado de Pavlov y Skinner.

http://www.youtube.com/watch?v=aDSKupDeoZ0

Unidad I – Dimensión psíquica del conocer

Prof. Daniela Zapata
Ficha 1. Unidad I – Dimensión psíquica del conocer.

¿Cómo nos convertimos en lo que somos? ¿Cómo conocemos? ¿Por qué actuamos de determinada manera ante diversas situaciones? ¿En qué medida nuestra conducta responde a requerimientos y enseñanzas sociales? ¿Quién produce conocimiento? ¿Somos sujetos sujetados?

Primera parte. Conductismo[1].

¿Qué entendemos por conducta?

Ejemplo A.

Comencemos con un “ejemplo común: el caso de un estudiante que está a punto de rendir un examen oral. Aunque el sujeto de nuestro ejemplo se ha preparado en forma adecuada, se encuentra sumamente tenso, nervioso y asustado: siente palpitaciones, le transpiran las manos y tiene la boca seca. Mientras espera que lo llamen, se imagina que quedará "en blanco" o que dará respuestas absurdas a las preguntas que le formule la mesa. Supone que hará un "papelón" frente a los examinadores y ante sus propios compañeros al tartamudear y mostrarse inseguro. Finalmente, decide retirarse y no presentarse a la prueba.

Ejemplo B.

Otro estudiante ante un examen consulta sus apuntes mientras tamborilea con sus dedos sobre la cuadernola. Luego se levanta de la silla y camina por el corredor hasta que lo llaman para entrar.

Definición de conducta: se considera conducta a toda respuesta a un estímulo. Cada respuesta puede convertirse en estímulo para otra respuesta.

“De modo que en el lenguaje conductista, el término conducta o comportamiento tiene un significado mucho más amplio que el habitual. No se limita a la acción voluntaria y visible de un ser vivo, sino que incluye además sus pensamientos y fantasías, el funcionamiento de sus órganos y sus reacciones emocionales. La reacción de sorpresa ante un regalo inesperado o la decepción por no recibirlo, la anticipación de un fracaso o el recuerdo de un momento grato, todos ellos se consideran conductas. Con frecuencia nuestro comportamiento mantiene cierta regularidad o coherencia a lo largo del tiempo. Más que respuestas aisladas, exhibimos patrones habituales de conducta. El estudiante de nuestro ejemplo puede reaccionar con temor e inseguridad cada vez que se presenta a un examen. Tal vez se sienta nervioso siempre que habla en público o cuando trata de mantener una conversación con alguien que acaba de conocer. Decimos entonces que ha desarrollado el hábito de reaccionar con temor en aquellas situaciones en las cuales supone que alguien está juzgando su desempeño o su destreza social. Un hábito es un estilo regular de comportamiento, un modo de actuar, pensar o sentir en ciertas situaciones. En los próximos capítulos nos ocuparemos especialmente de los hábitos de pensamiento, y veremos cómo los mismos determinan nuestras reacciones emocionales y nuestras conductas visibles.”[2]

“El proceso de adquisición de hábitos se conoce como aprendizaje y depende de las experiencias que atravesamos desde el nacimiento y a lo largo de la vida. La influencia de nuestros padres, la educación que recibimos y en general la interacción con el medio van modelando nuestra personalidad. Los valores culturales y las normas de la sociedad en que vivimos contribuyen a crear nuestros propios valores. La reacción de otras personas ante nuestra conducta y lo éxitos o fracasos que cosechamos determinan que conservemos ciertos hábitos y abandonemos otros.”[3]

“¿Cómo incorporamos nuevos hábitos? En otras palabras, ¿Cómo aprendemos a actuar, a pensar y a sentir de una manera determinada? La psicología conductista concede una gran importancia a esta pregunta. Si descubrimos las leyes del aprendizaje podremos aplicar los mismos principios para modificar nuestra conducta y desarrollar nuevos patrones de pensamiento y acción.”[4]

“¿Por qué la gente se comporta de la forma como lo hace? Probablemente ésta fue primero una pregunta práctica: ¿cómo podría una persona anticipar y, por tanto, prepararse para lo que otra persona iba a hacer? Luego se tornaría práctica en otro sentido: ¿cómo se podría inducir a una persona a comportarse de una cierta manera? Eventualmente se convirtió en el problema de entender y explicar el comportamiento. Siempre se la podría reducir a una pregunta acerca de las causas. Tenemos tendencia a decir, y a menudo temerariamente, que si una cosa sigue a otra, probablemente ésta cause a aquélla, siguiendo el antiguo principio de que post hoc, ergo propter hoc («Después de esto, por lo tanto, a causa de esto»). Entre los muchos ejemplos que se pueden encontrar en la explicación del comportamiento humano, uno es de especial importancia aquí. La persona con quien estamos más familiarizados somos nosotros mismos; muchas de las cosas que observamos inmediatamente antes de comportarnos ocurren en el interior de nuestro cuerpo, y es fácil que las tomemos como causa de nuestro comportamiento.”[5]

Condicionamiento operante.[6]

El condicionamiento operante se refiere a los comportamientos emitidos con una finalidad o propósito. Cuando abrimos la ventana para que entre aire o bebemos agua para aliviar la sed, nuestra conducta está dirigida a promover un cambio en el ambiente que nos rodea o en nuestro propio organismo. Se dice que estas conductas operan sobre el entorno, y por eso se las conoce como conductas operantes. Las mayoría de las conductas emitidas en la vida diaria pertenecen a esta categoría: hablar, caminar, escribir, trabajar, "hacer cosas" en general. Los cambios que estas conductas promueven en su entorno se llaman consecuencias. En los ejemplos anteriores, la entrada del aire y el alivio de la sed son consecuencias de las conductas correspondientes -abrir la ventana y tomar agua-. El principio básico del condicionamiento operante establece que la emisión de una conducta depende siempre de sus resultados. En otras palabras, la conducta está controlada por sus consecuencias inmediatas.

Reforzamiento.

Decimos que una conducta es reforzada cuando las consecuencias que genera aumentan su probabilidad de ocurrencia futura. La conducta de oprimir el botón del ascensor produce normalmente la llegada del mismo. Esta consecuencia determina que volvamos a oprimir el botón cada vez que necesitamos el ascensor. El proceso de reforzar una conducta se conoce como reforzamiento. Existen dos modalidades de reforzamiento. Cuando el sujeto obtiene algo luego de emitir la respuesta, como en el ejemplo que acabamos de presentar, hablamos de reforzamiento positivo. Aquello que obtiene como resultado de la conducta -el ascensor- se conoce como reforzador positivo. El salario es un reforzador positivo para la conducta de trabajar, aunque esta conducta puede estar mantenida además por otros reforzadores: la satisfacción del deber cumplido, mantenerse ocupado, el placer que despierta una tarea agradable, etc.; esto varía, por supuesto, de acuerdo a la persona y a la situación. El reforzamiento positivo se conoce también como reforzamiento por presentación de un reforzador, porque el incremento en la probabilidad de la conducta se obtiene presentando un evento como consecuencia de la misma. (…)

De hecho, un reforzador positivo no se define por el valor que se le asigna sino por el efecto que tiene sobre la conducta en un caso concreto. Cualquier suceso que aparece después de emitida una conducta y aumenta la frecuencia de la misma es un reforzador positivo, aunque la mayoría de la gente no lo considere agradable.

Una segunda modalidad de reforzamiento consiste en quitar algo como consecuencia de la conducta emitida. Ejemplo de esto sería un padre encendiendo la luz del dormitorio de su hijo para terminar con el llanto del chico, o una persona aplicándose repelente para evitar que los insectos la piquen. El proceso se llama reforzamiento negativo o reforzamiento por retirada de un suceso aversivo, y los eventos que se suprimen -el llanto en un caso y las picaduras en otro- son reforzadores negativos para las conductas correspondientes.

Los dos ejemplos de reforzamiento negativo que presentamos en este capítulo difieren en un punto: en uno de los casos el suceso no deseado ya está presente -el llanto del chico- y la conducta está destinada a hacerlo cesar. Esto se conoce como "condicionamiento de huída o escape". En el otro, el suceso aversivo -las picaduras- aún no ha ocurrido. Hablamos aquí de "condicionamiento de evitación", ya que la respuesta impide que el evento tenga lugar.

Digamos para terminar que existen dos tipos de reforzadores. Aquellos cuya cualidad reforzante es natural y no debe ser aprendida porque satisfacen nuestras necesidades biológicas, son los reforzadores primarios o incondicionados. Incluyen el alimento, el agua, la actividad sexual, el calor, etc. Y los eventos cuya cualidad reforzante es el resultado de un aprendizaje, como el dinero, se conocen como reforzadores secundarios o condicionados. Entre estos últimos cabe destacar la atención, interés y preocupación por parte de otras personas, así como los alabos, elogios y muestras de aprobación -reforzamiento social- que tienen un elevado poder reforzante y pueden emplearse incluso con fines terapéuticos.

Motivación:
(…) Cuando afirmamos que el joven está muy motivado para hacer deportes, sólo estamos indicando que dicha conducta es muy probable. A su vez, la conducta es muy probable porque está bajo el control de un reforzador muy potente. De modo que la "alta motivación" describe una situación en que la conducta está siendo intensamente reforzada. Si el sujeto se ha visto privado de alimentos, agua o ejercicio durante un tiempo prolongado, dichos eventos se transforman en potentes reforzadores. Decimos en tales casos que el sujeto tiene avidez por comer, beber o moverse. Técnicamente, esta situación se conoce como privación, y es uno de los factores que aumenta la motivación, es decir la probabilidad de la conducta orientada a obtener tales reforzadores. El fenómeno inverso se conoce como saciedad: un evento pierde su capacidad reforzante si es suministrado en exceso.

Extinción: Cuando una conducta deja de ser reforzada, disminuye su frecuencia hasta desaparecer, es decir se extingue. En el ejemplo del ascensor citado anteriormente, la conducta de oprimir el botón se extinguirá si deja de producir la consecuencia esperada -la llegada del ascensor-.

Castigo: Cuando un padre da una palmada a su hijo por introducir los dedos en un tomacorriente, está usando un procedimiento que se conoce habitualmente como castigo. En terapia del comportamiento, sin embargo, el término castigo tiene un significado mucho más preciso. Se refiere al proceso por el cual se reduce la probabilidad de una conducta presentando un elemento aversivo -desagradable- o retirando un reforzador positivo luego de emitida la misma. De acuerdo a esta definición, la palmada castiga la conducta sólo si reduce la probabilidad de que el chico vuelva a introducir los dedos en el tomacorriente. O sea que un procedimiento no se define como castigo porque involucre un suceso desagradable como la palmada, sino por el efecto que tiene sobre la conducta. El castigo tampoco está relacionado con "hacer justicia" o con tomar represalias. La medida de encarcelar a los delincuentes, por ejemplo, sólo podría considerarse castigo si redujera la probabilidad de que estos volvieran a delinquir. Por otra parte, tampoco es necesario que la contingencia se implemente con la finalidad de controlar el comportamiento: una tormenta inesperada puede hacer cesar un entretenido partido de fútbol. Las reprimendas de una esposa a su marido por leer el diario durante la cena, pueden considerarse castigo si consiguen que deje de leerlo. Otra medida sería retirar los platos de la mesa antes de que su esposo los toque.

Discriminación: Cuando una conducta es reforzada en algunas situaciones pero no en otras, el individuo aprende a discriminar entre ambas y emite la conducta sólo en aquellas situaciones en que tiene probabilidad de ser reforzada. En la sala de espera del dentista, por ejemplo, una persona que se encuentra sin hacer nada y nos saluda cuando llegamos nos indica que nuestra conducta de conversar probablemente será 63 reforzada con su respuesta e interés; una persona que se encuentra enfrascada en su lectura y no levanta la cabeza cuando entramos, nos indica en cambio que el reforzamiento probablemente no tendrá lugar.

Generalización: La generalización del estímulo tiene lugar cuando una conducta que fue reforzada en una situación se emite en una circunstancia distinta. De modo que este proceso es inverso a la discriminación. Un chico que siempre ha sido reforzado por obedecer ciegamente a sus padres puede conducirse de manera sumisa y obediente frente a otras personas. Cuanto mayor es la semejanza entre la nueva situación y la original, más probable es que se generalice el comportamiento aprendido.


EJERCICIOS

Proponemos a continuación algunos ejercicios para aplicar los principios del condicionamiento operante. Sugerimos al lector que responda por escrito a las preguntas que se formulan en el texto, utilizando los espacios en blanco que se dejan con esa finalidad. Las situaciones-problema se presentan aquí en forma resumida, a los efectos de aplicar los conceptos desarrollados a lo largo del capítulo. En la práctica, no siempre es posible interpretar estas situaciones en términos exclusivamente operantes.

1. Un alcohólico bebe cada vez que se deprime, evitando de ese modo las vivencias angustiosas y depresivas. El alcohol le produce además 66 una agradable sensación de bienestar y euforia. ¿Qué mecanismos están manteniendo la conducta de beber?

2. Una paciente que vive con su esposo e hijas se queja de tristeza, desánimo, falta de fuerzas y permanece en cama la mayor parte del tiempo. Su familia responde demostrando gran preocupación por su estado, escuchando atentamente sus quejas y comportándose de manera muy considerada y protectora. En las escasas ocasiones en que la paciente exhibe comportamientos adecuados tales como levantarse, realizar alguna tarea o efectuar comentarios optimistas, se le presta muy poca atención. a) ¿Qué conducta está siendo reforzada en la paciente? b) ¿Qué conducta está siendo sometida a un proceso de extinción? c) ¿Qué debería hacerse para disminuir las conductas depresivas y aumentar los comportamientos adecuados?

3. En un supermercado, un niño llora y se tira al piso hasta que su madre le compra una golosina que previamente le había negado. a) ¿Qué conducta está siendo reforzada en el niño? b) ¿Cuál es el reforzador y el tipo de reforzamiento? c) ¿Qué conducta está siendo reforzada en la madre? d) ¿Cuál es el reforzador y el tipo de reforzamiento?

 4. Una nueva reglamentación de tránsito establece el siguiente procedimiento para disminuir el número de accidentes: los automovilistas que atraviesen un cruce con luz roja deberán detener sus vehículos durante 15 minutos en el momento en que se constate la infracción. Pasado ese lapso se les permitirá continuar la marcha. ¿Qué mecanismo se utiliza en este caso para disminuir la conducta de cruzar con luz roja? ¿Qué diferencia existe entre este procedimiento y la aplicación de una multa?

5. Un hombre fue reforzado desde pequeño por comportarse de manera dependiente frente a sus padres -p. ej. por consultarlos antes de tomar cualquier decisión y seguir sus indicaciones-. Luego de casarse se conduce del mismo modo frente a su esposa. ¿Cómo se conoce técnicamente este proceso?

Bibliografía
Selección de texto de las siguientes obras:
Skinner. Sobre el conductismo. Editorial Planeta. Argentina, 1994.
Chertok, Alberto. Las causas de la conducta. Centro de Terapia conductual. Edición digital. (www.psicologiatotal.com).
Chertok, Alberto. Materiales para estudiantes. La conducta y sus causas. (http://psicologiatotal.com/laconductaysuscausas.pdf)



[1] Skinner afirma “El primer conductista explícito fue John B. Watson, quien, en 1913, lanzó una especie de manifiesto titulado La psicología tal como la ve un conductista. Como lo indica el título, no estaba proponiendo una nueva ciencia, sino afirmando que la psicología debía redefinirse como el estudio del comportamiento”.
[2] Chertok, Alberto. Material para estudiantes.
[3] Ídem.
[4] Ídem.
[5] Skinner. Sobre el conductismo. Pág. 12.
[6] Para estudiar Condicionamiento Operante se realizaron  extracciones de texto de la obra de Chertok “Las causas de la conducta”. Cáp. 3.

Conductismo. Antecedentes históricos.

http://www.psico.edu.uy/sites/default/files/cursos/int-teorias_CONDUCTISMO.pdf

lunes, 9 de marzo de 2015

Curso - 5to año

Filosofía.
2015.

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